La productividad de una empresa puede definirse como una métrica económica y de eficiencia que permite determinar cuántos artículos y servicios se han producido en un tiempo determinado. La productividad es la capacidad de realizar más trabajo en menos tiempo; por lo tanto, si una empresa puede aumentar la productividad, indica que el valor de sus productos está aumentando más rápidamente que el valor de las materias primas utilizadas en su producción.
Al considerar lo que significa la productividad en una empresa, debemos recordar que una empresa no puede ser productiva si carece de una infraestructura funcional, una estrategia definida, una adecuada delegación de responsabilidades y la comunicación de sus objetivos a todas las partes interesadas.
Esta consiste principalmente en medir lo que se produce a partir de los recursos que se utilizan para producirlo; por consiguiente, optimizar esos recursos es el objetivo para lograr una mayor productividad. Esto ayuda a determinar la productividad del equipo y si es necesario cambiar los procedimientos para maximizar la producción. Obtener la mayor cantidad de artículos con la menor cantidad de recursos es el resultado deseado.
El valor de la productividad en una organización
Aumentar la productividad es crucial para una empresa, ya que permite elevar el calibre del trabajo que en ella se produce y es esencial para la expansión de las finanzas del negocio. Podemos predecir el crecimiento a largo plazo de una empresa observando sus niveles de productividad; sin embargo, también es fundamental definir los objetivos y procedimientos específicos de su sector e industria. Se puede ahorrar tiempo y dinero haciendo una revisión exhaustiva de la productividad de la empresa. Un resultado satisfactorio se consigue mediante la integración óptima de todos los recursos necesarios para generar un determinado bien o servicio.
También puede ser un indicador útil de su crecimiento y del rendimiento de su personal. Para evaluar la productividad de una organización se emplean varias métricas, entre ellas:
- Nivel de satisfacción de los clientes.
- Eficacia colectiva.
- Gestión del tiempo.
- Rentabilidad operativa.
- Duración de una tarea.
- Número de horas necesarias para desarrollar una tarea de alta calidad.